sábado, 23 de julio de 2016

El vaso


Tira un vaso de cristal al suelo.
Una vez este roto y echo pedazos pídele perdón.
¿Se recompuso? No verdad.
Las personas somos igual que el vaso de cristal, cuando nos rompemos no vale con pedirnos perdón para recomponer nuestros pedazos aunque así lo creamos.
Cuando algo hace daño o nos rompe en pedazos acostumbramos a pedir perdón, pero ¿es suficiente?.
La mayoría de las veces no, ya que no solemos reparar el daño sino que nos limitamos a pedir perdón y por cortesía nos perdonan pero ¿nos perdonamos a nosotros mismos por confiar y que nos rompan en pedazos?¿nos perdonamos a nosotros mismos por hacer daño a alguien?
Si la palabra ha perdido su significado ¿por que no llevamos a la practica lo que pensamos?, ¿por que no hacemos algo para pegar los pedazos rotos?
Sí, estamos de acuerdo aunque peguemos el vaso, este no volverá a ser el mismo, pero podemos hacer como los japoneses y su kintsugi (arte de repara los objetos rotos con oro, para que sean más fuerte y más bonitos)
Por qué no reparamos el daño que causamos y hacemos que la persona sea más fuerte y bella.
El cómo repararlo dependerá de la persona a la que hemos herido y de la acción que hayamos realizado pero sin duda hay que recordar que las palabras se las lleva el viento y las acciones ni un huracán.

No hay comentarios:

Publicar un comentario